Japón, más cerca de lo que crees
¿Sabías que es posible viajar a multitud de países sin moverte de la ciudad? París es un lugar que alberga muchísimas culturas, y por este motivo, se ha convertido en una de las ciudades más plurales del mundo. Simplemente cambiando de acera es posible sumergirse en la mismísima China, en Japón o en las calles de Turquía. Por esta riqueza, merece la pena ir más allá de los lugares esenciales como la Torre Eiffel o Notre Damme. Si tu estancia es larga y deseas conocer más a fondo la capital, prepara la mochila de explorador y disponte a patear. No tendrás tiempo de aburrirte.
En la entrada de hoy, vamos a presentarte una de estas zonas tan especiales. Se trata del barrio japonés, popularmente conocido por el nombre de ‘Little Tokyo‘. Lo tendrás muy cerca si tu alojamiento está en los distritos uno, dos o cuatro, ya que se encuentra entre ellos. Su calle principal es la de Sainte-Anne, que está a pocos minutos de la Ópera Garnier.
Aunque esta mini ciudad nació para los emigrantes nipones, con el paso de los años se ha abierto también a los surcoreanos. En las calles de este Japón podemos encontrar comercios muy variados: peluquerías, supermercados, restaurantes, tiendas de libros y cómics, etcétera. Si eres un amante de lo asiático, el Pequeño Tokyo será tu perdición.
Los lugares más famosos del barrio japonés son, sin duda alguna, los restaurantes. Prácticamente todas las recomendaciones que podrás encontrar en Internet tienen que ver con ellos, y aquí no vamos a ser menos. En nuestro caso, optaremos por conducirte al restaurante Higuma. Este local se encuentra en el número 32 de la Rue Sainte-Anne y es muy famoso por mezclar el estilo de cocina japonés con el chino. Allí podrás disfrutar de una gran cantidad de platos, entre los que destacan los tallarines fritos con cerdo y verduras y los gyozas, unas empanadillas con un sabor muy curioso.
El precio de los platos principales varía entre los 7 y los 13 euros. Respecto a los menús, ninguno pasa de los 12 euros. Es algo caro, pero ten en cuenta que estás pagando por productos de buena calidad. Estamos seguros de que vez respires el aroma de sus deliciosas recetas, no querrás marcharte de allí sin dar un bocado.
Esperamos que esto haya servido para despertarte las ganas de visitar esta peculiar área de París. Nos vemos en la próxima publicación.
Sayonara!
